Gran parte del impacto medioambiental de estas industrias procede
de importantes emanaciones de sustancias de baja toxicidad, como las sales; la
investigación científica dirigida a convertir en ecológicamente correcta la
producción de textiles ha centrado su atención en las tecnologías de procesos
finales, como el uso de la ozonación o del método Frenton de oxidación
avanzada, para “limpiar” los efluentes de las fábricas de tintes. Aunque estos
enfoques pueden ocasionar una reducción en las emisiones tóxicas al medio
ambiente, difícilmente se pueden considerar parte de un concepto ecológico de
la química, porque no incide en la no producción de sustancias tóxicas.
Para su proceso, las fibras naturales crudas deben limpiarse antes
de entrar en la cadena de producción de telas. El proceso es más intenso en el
caso de la lana. La lana cruda puede contener entre 20% y 40% de impurezas en
forma de grasa de lana (lanolina), suarda, polvo y una carga significativa de
pesticidas, por otro lado, La seda y el algodón suelen ser fibras mucho más
limpias y sólo requieren un proceso en seco para extraer partículas de polvo.
Para eliminar las impurezas de la lana, se desengrasa la lana en
un proceso que consume mucha energía y que requiere grandes cantidades de agua
caliente cargada de detergentes no iónicos y aditivos (sales inorgánicas) que
emulsionen la grasa de la lana; sin embargo, hay otro método basado en
disolventes orgánicos el cual es similar a la limpieza en seco. En este se
utiliza un disolvente para extraer las impurezas, que son recogidas mediante la
evaporación de este en un depósito de recogida. El proceso cuenta con
significativas ventajas debido a la baja capacidad calorífica específica del
disolvente que comparadas con las técnicas de desengrasado, basadas en agua
emplean entre 10 y 15 litros de agua por kilogramo de lana grasienta procesada,
agua que debe ser calentada. La lana debe ser luego secada – lo que requiere
cantidades de energía mucho mayores. El sistema de disolvente orgánico también
permite una completa recuperación del polvo y de las grasas extraídas, por lo
que se previene la existencia de una fuente de agua con una fuerte carga de
desechos. Sin embargo, el disolvente utilizado en el proceso
Wooltech es el tricloroetileno, el cual ha sido clasificado por la
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como
perteneciente al Grupo 2A (probablemente cancerígeno para los seres humanos).
En conclusión, el mayor impacto medioambiental de esta
industria se produce durante su proceso de producción debido a la cantidad de
aditivos químicos necesarios para producir las telas acabadas. Las prendas
acabadas pueden contener una cantidad limitada de sustancias químicas
residuales. En general, el contenido de sustancias tóxicas en estas es limitado
por lo cual no representa un motivo de preocupación para la sociedad, según
estudios realizados por la EPA danesa.
No obstante, Cuando se utilizan o liberan sustancias químicas
persistentes, tóxicas o bioacumulativas, el impacto medioambiental de estas
industrias se acumula durante años. Estos contaminantes pueden persistir en el
entorno receptor el tiempo suficiente para concentrarse en los sedimentos y
organismos, y ser transportados a largas distancias. Es más, algunos pueden
causar daños significativos incluso cuando se encuentran en concentraciones muy
bajas. La globalización de la moda, supone la globalización de la
contaminación.
Hay quienes aseguran que la exposición a estas sustancias químicas
está causando múltiples clases de cáncer, infertilidad, ocasiona que las niñas
leguen a la pubertad a edades cada vez más tempranas; en general las industrias
dedicadas a la fabricación de alfombras y en general a los textiles suponen un
riesgo para la salud y bienestar tanto de los hombres como del medo ambiente.
Los sistemas automatizados requieren del mantenimiento de las
máquinas y para el óptimo funcionamiento de estas son necesarios sustancias
químicas que aporten mayor velocidad a las mismas, con lo cual se aporta a la
contaminación a el medio ambiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario